miércoles, 5 de junio de 2013

De mariposas va la cosa

Hace unos días me encontré con una crisálida de lo que creía que era una mariposa. La puse en una maceta resguardada de la lluvia ocasional, y cada día iba a visitarla.

Como he tenido la reciente comprensión de que cada experiencia está llena de propósito, un día que estaba observando a la crisálida le pregunté "Amiga, ¿qué puedo aprender de ti? ¿por qué siento tanta atracción a tu proceso?".

Pasado los días tuve la suerte de ver, una mañana, la crisálida rota y al bonito insecto al lado. Era una polilla finalmente, parecía estar al lado de su crisálida como asimilando su nueva apariencia. Llegó la noche y desapareció.

Hoy este texto a llegado a mí :)


“Algunas investigaciones científicas han comprobado que la mariposa es el único ser viviente capaz de cambiar por completo su estructura genética durante el proceso de transformación: el ADN de la oruga que entra al capullo es diferente al de la mariposa que surge. Es, pues, el símbolo de la transformación total.
Mariposa representa la necesidad de cambio y de mayor libertad, y a la vez representa valentía: se requiere valentía para llevar a cabo los cambios necesarios en nuestro proceso de crecimiento. Su Medicina está relacionada con el aire y los poderes mentales. Nos enseña a encontrar claridad en los procesos mentales, organizar proyectos o averiguar el siguiente paso en nuestro crecimiento interno.
Si Mariposa es tu Animal de Poder o si te sientes de alguna manera atraído a ella, esto indica que estás listo para atravesar algún tipo de transformación. Observa cuál de sus etapas te llama más y eso podrá indicarte el paso a seguir: el huevo es el principio, el nacimiento de alguna idea o proyecto. La larva es la decisión de manifestar algo en el mundo físico. El capullo tiene que ver con “irse dentro”, ya sea en reflexión interna o en el desarrollo del proyecto o idea. El rompimiento del capullo involucra compartir con el mundo todo el esplendor de tu creación. Una vez que entiendas en qué etapa estás, podrás descubrir cuál es el siguiente paso".


Supongo que el mensaje de mi experiencia con la crisálida o capullo ha servido (y de esto me doy cuenta ahora mismo según escribo) para entender que el proceso de "irse dentro" requiere serenidad, templanza y paciencia para luego, ¡tachán!, ofrecer al mundo un bonito rayo de creación. Este proceso requiere entrega y confianza a su director, que no es otro sino el Padre, y no poner en una caja cuadrada lo que pueda surgir, ¡pues puede ser toda una sorpresa! (como me enseñó mi amiga la polilla, a la que yo di por mariposa).

Me despido con mi hermanita la mariposa Atlas, ¡la mariposa más grande del mundo! ¡Abrazos!



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